lunes, 22 de abril de 2019

...Queriendo en silencio...
Es cierto que nunca me diste un beso,
que nunca me dijiste que me amabas,
y es aún más cierto que me enamore del silencio,
que nunca encontré la explicación
 para darle significado a este sentimiento que nació de mis adentros,
tengo claro que nunca entenderé de donde apareció esta ilusión a la que llamo amor.
Y lo único con lo que consuelo mi mente para explicar la razón de este amor, 
es pensando que eras sensible ante los sentimientos de mi corazón.
Pero a veces pienso que no hay motivo para darle explicación a la razón,
que el amor es algo que nace de la equivocación y 
que es inevitable intervenir entre las decisiones del amor.



Ana Milena Cuartas Soto
...Sonríe mas, juega mas, no sufras tanto, no todo es permanente, no todo es realidad...
...Cleopatra y Marco Antonio...


Cleopatra Filopator Nea Thea, conocida como Cleopatra VII, fue la última reina de Egipto y con ella también terminó la dinastía Ptolemaica y la era Helenística de Egipto, que comenzó con Ptolomeo I Sóter, general de Alejandro Magno, casi dos siglos antes. Vivió desde pequeña la crueldad y la desconfianza, algo que la marcó para siempre. No en vano tuvo que huir con su padre a Roma, con tan sólo 11 años, para escapar de su hermanastra, que había matado a su madre y a su marido, para posteriormente arrebatarle el trono al padre de ambas. La bella egipcia, que estaba completamente decidida a ocupar el poder y devolverle a Egipto su antiguo esplendor, no dudó un solo momento en utilizar su inteligencia y sus armas de mujer para buscar los mejores aliados para la causa. El primero en caer en sus redes fue Julio César, el hombre más poderoso del momento, y a su muerte le sucedió Marco Antonio, que tampoco pudo evitar su embrujo.Tras regresar a Egipto con su padre y un numeroso ejército con el que recuperaron de nuevo el trono, Cleopatra no podía arriesgarse de nuevo a ser apartada de su gran sueño y por ello, a la muerte de su padre, la que fuera última Reina de Egipto accedió al trono tras casarse con su hermano, Ptolomeo XIII. Pero nada salió como Cleopatra esperaba y tras enterarse de que su marido quería deshacerse de ella para reinar en solitario, huyó a Siria para salvar la vida.

Todo por el trono

La oportunidad de utilizar de nuevo sus armas de mujer le llegó antes de lo esperado. 
Marco Antonio, que por aquel entonces luchaba con Octavio Augusto por el poder en la región, había vencido en la batalla de Filipos, pero no estaba muy conforme con el comportamiento de la Reina de Egipto. Con la idea de reprocharle que no hubiera actuado como un aliado fiel, Marco Antonio hizo llamar a Cleopatra para que acudiera a verle y se humillara ante él pidiéndole disculpas por su mal hacer. Cleopatra, astuta e inteligente como la que más, decide acudir a la cita pero con otra intención diferente: la de repetir su maniobra de seducción con Marco Antonio.
 Le consideraba como el sucesor natural de Julio César y, sin importarle que estuviera casado en Roma con la que fue su primera mujer, Fluvia, se presentó en Tarso, aunque no humillada y débil como esperaba el romano, sino decidida a conquistarle.Como narra Plutarco, Cleopatra "remontó el río Cydnos en un barco con la popa de oro, las velas púrpura y los remos de plata. El movimiento del barco sigue la cadencia del sonido de las flautas, se casa con el de las liras y de los caramillos. Ella misma, tocada como se suele pintar a Afrodita, está tendida bajo una tienda bordada de oro y los niños, parecidos a los amores de los cuadros, la rodean abanicándola”.

Amor y poder      

A su llegada le ofrece a Marco Antonio la revelación de un mundo divino en la que ella es el centro, como una nueva Isis que se presenta ante el conquistador, un nuevo Osiris. Juntos formarían una pareja real capaz de resucitar la edad de oro y hacer renacer un Egipto digno de su grandeza y esplendor pasados. Su presencia y sus palabras logran lo que Cleopatra pretendía en un principio, ya que Marco Antonio ni pudo ni quiso resistirse al esplendor de aquella formidable reina, que estaba dispuesta a todo para conservar el poder y la corona. Cuatro días con sus cuatro noches más tarde las negociaciones habían llegado a su fin y Marco Antonio, completamente enamorado, acompañaba a Cleopatra de regreso a Egipto para instalarse en el Palacio de la Reina de Alejandría a vivir una pasión que, en total, duraría 14 años.De esa manera Marco Antonio, por amor, abandonó no sólo sus obligaciones familiares sino también las políticas y militares, para vivir una fastuosa vida en Egipto llena de lujos con su amada Cleopatra. Esto le llevó a ser declarado enemigo de Roma y de Octavio Augusto, que por entonces regía los destinos del Imperio y que no descansó hasta destruirlos. El amor de Marco Antonio por Cleopatra se impuso de tal manera a sus deberes como militar y a las necesidades de su patria que los historiadores de la época, incluido el propio Plutarco, cuentan que Marco Antonio "no estaba en posesión de sus facultades, parecía estar bajo los efectos de una droga o brujería. Estaba siempre pensando en ella, en vez de pensar en vencer a sus enemigos". Cleopatra tampoco fue inmune a los encantos de Marco Antonio y ella también se enamoró de ese hombre fuerte y valiente que, aunque no tan inteligente como Julio César, le ofrecía todo su poder para mantenerla al frente de un reinado que, al menos en sus deseos, sería cada vez más próspero.Aun así, el amor de la pareja estuvo plagado de rupturas, reconciliaciones y luchas por el poder y el control. De hecho, en la plenitud de su amor, Marco Antonio tuvo que regresar a Roma para casarse con Octavia, como parte del acuerdo político que intentaba lograr Octavio para que no se destruyera del todo el triunvirato. Con ella tuvo dos hijas, Julia Antonia la Mayor y Julia Antonia la Menor, pero ni siquiera ellas consiguieron hacerle olvidar a Cleopatra y, cuatro años después, repudió a su esposa y regresó a Egipto para reencontrarse con “su reina” y casarse con ella. El amor de la pareja se materializó en los tres hijos que nacieron fruto de su unión. Los primeros en llegar fueron los gemelos, Alejandro Helios y Cleopatra Selene, y luego nació Tolomeo Filadelfo, el pequeño. Los tres tambiénfueron trágicas víctimas de las conspiraciones políticas de sus padres.Como no podía ser menos en una historia de amor de estas características, el final de estos amantes fue tan dramático y trágico como era de esperar y llegó de la mano de una terrible derrota en el campo de batalla, unida a un malentendido que, a la postre, resultó ser mortal. El enfrentamiento final de la llamada ‘Guerra Ptolemaica’ (32-30 a. C.), por la que Octavio Augusto llevó hasta Egipto su lucha contra Marco Antonio, se produjo en la batalla naval de Actium. En ella cayó derrotada la flota de Marco Antonio al ser abandonado por las tropas egipcias, aunque consiguió huir y refugiarse con Cleopatra en Alejandría.                                                                                            Un año más tarde el ejército de Octavio tomó la ciudad decidido a terminar, de una vez por todas, con la pareja. Marco Antonio recibe la falsa noticia de que Cleopatra había muerto, y el romano, que le había prometido a su amada que a la muerte de uno le seguiría la muerte del otro, decide, el 1 de agosto del 30 a.C., quitarse la vida clavándose su propia espada.
Un trágico final                                                                                                                  Cuando Cleopatra, a la que Octavio Augusto pretendía llevar a Roma como botín de guerra, se enteró de la muerte de su amor quiso dejarse morir, rota de dolor por el amor perdido. El sentimiento de supervivencia de la Reina de Egipto era superior a sus fuerzas y a la desesperada intentó una última jugada encaminada a seducir a Octavio, como ya había hecho previamente con Julio César y Marco Antonio. Pero la bella reina no contaba con un detalle, que sea cierto o no ha quedado ligado a ese momento. Según se cuenta, a Octavio no le gustaba su nariz y por ese motivo no cayó en sus redes dejando para la posteridad una frase que rezaba: “Si la nariz de Cleopatra hubiese sido más corta, la historia del mundo habría cambiado”. Cleopatra, negándose a la humillación de compartir el triunfo de Octavio, se vistió con sus mejores galas, pidió que su cuerpo fuese sepultado junto al de Antonio y se quitó la vida cumpliendo con el procedimiento ritual egipcio de hacerse morder por un áspid (una cobra egipcia). Corría la mitad del mes de agosto del año 30.a.C. y Cleopatra aún no había cumplido los cuarenta años de edad.En venganza por no poder llevar prisionero a ninguno de los dos en su regreso triunfal, Octavio se llevó a los tres hijos de Marco Antonio y Cleopatra a Roma como trofeos de guerra. Allí se los entregó la viuda legal de Marco Antonio, Octavia, que además era su hermana, para que fuera ella la que los tutelara. Aunque de los varones no se ha sabido nada más, sí se conoce que Cleopatra Selene se casó con el rey africano Juba II de Numidia y estableció su residencia en Mauritania hasta su muerte.
Con el fallecimiento de la pareja no sólo finalizó una de las más bellas y pasionales historias de amor de todos los tiempos, sino que también fue el fin de un sueño que había durado 22 años, los que Cleopatra consiguió mantenerse en el poder e incluso expandir su reino, que durante unos años fue casi tan extenso como en tiempos de sus más gloriosos antepasados. Con su suicidio también finalizó una era. El año 30 a.C. fue el que marcó el final del esplendor del Antiguo Egipto al ser incorporado como una provincia más al Imperio Romano concluyendo así con 3.000 años de historia ininterrumpida en la tierra de los Faraones.



...Un vicio o un plan...

La vida da muchas vueltas, tanto así que terminamos estando con las personas y en los lugares que menos esperamos, movidos por fuerzas del destino que no entendemos o arrastrados por los actos inconscientes que nos dominan...
En mi adolescencia tuve un novio al cual amaba tanto, que muchos podrían haber dicho que lo amaba mas que a mi misma, era casi una adicción a su compañía, todo era luz y felicidad mientras me sentía a  gusto con la persona que había conocido, pero las cosas cambiaban con el tiempo y nada podía ser perfecto, con los años él comenzó a conocer personas que en medio de su libertad y sus vicios envolvían y transformaban lo que había sido para mi el amor de mi vida.El odio crecía cada día,tanto así que muchas veces pensé en mil formas de hacerle sentir lo mismo que yo sentía, verlo como poco a poco perdía a alguien gracias a mi influencia despiadada...
La vida sin duda obedeció a lo que había pedido al universo, tiempo después de haber terminado con mi ex se presento la oportunidad extrema de jugar con aquello que había querido hacer, solo que tenia que decidir entre jugar y ser la victima del juego y solo dejárselo al karma.
Como era de esperarse en una persona como yo, la sed de venganza era mas poderosa que la razón, toda señal de cordura se había perdido y comenzó el juego, era hora de jugar, de dejar que la vida mostrara el camino.
Se dio el primer paso para lo que se convertiría en una excusa poco convencional para pasar tiempo con una persona para la cual me convertí en su propio plan...
Sera que en ese juego, en el ajedrez de la vida quien puede haber ganado, quien dejo al otro marcado.
Sera real lo que los ojos de los demás ven , o acaso hay verdades que los ojos ocultan pero que el alma alberga...


Sexo tántrico...

El sexo tántrico, como su nombre indica, es una forma de tener relaciones sexuales basada en el Tantra. Ahora bien… ¿Qué es el Tantra? Esta es la pregunta básica que hay que contestar para entender el sexo tántrico. 
El Tantra, en sánscrito, significa “Secreto”, y se trata de un conjunto de textos y rituales religiosos esotéricos budistas e hindúes donde se utiliza el sexo como vía para conseguir una mayor sensibilidad humana y focalizar la energía del universo. 
Es decir, que, pese a lo que pueda parecer, el sexo tántrico no está pensado para “el placer” sin más (aunque, evidentemente, es placentero), sino que es una forma de acceder al autoconocimiento y recibir la energía del universo, como lo son otras formas de meditación. 
Esto puede merecer una explicación extra: El Tantra se engloba dentro de un conjunto de prácticas de meditación que se desarrollaron para que la gente pudiera meditar en el día a día, y no necesitase aislarse como el Buda, tirándose días y días meditando.          Así, en ese conjunto de técnicas, se contemplan prácticas para meditar y mejorar el autoconocimiento en distintas prácticas del día a día. Por ejemplo, se popularizaron prácticas de este tipo para la hora de comer, y, también, para el caso del sexo.

Algunas prácticas del sexo tántrico

Ahora, veamos algunas prácticas de sexo tántrico que pueden ayudarte a disfrutar mucho más con tu pareja:

Contacto visual

Uno de los puntos más simples pero, a la vez, más efectivos del Tantra es el contacto visual. Y es que, incluso en las parejas, hay veces en las que existe temor o vergüenza de mirar a la otra persona a los ojos.
El Tantra recomienda mantener el contacto visual durante minutos, en silencio y desnudos, sin iniciar el sexo. Los dos concentrados en “ver” dentro del otro. Esto hace que el sexo sea mucho más placentero, dado que hay una mayor conexión espiritual.

Exploración del valle

Otro punto relevante del Tantra es su culto a lo femenino. En este sentido, el hombre debe volcar su esencia para conseguir que ella disfrute, asumiendo que el placer de la mujer acabará repercutiendo en su propio placer.
Para ello, el hombre debe mostrar una actitud de plena atención al cuerpo de su pareja. Ese aumento de la excitación de la mujer hará que el hombre también goce de un mayor placer.
Hay que señalar que, pese a que esto puede parecer una obviedad, lo cierto es que, en la mayoría de las culturas, el placer en el sexo suele estar mucho más relacionado con el hombre que con la mujer.

Dominio del orgasmo

Por último (aunque habría mucho más que decir, esto son solo unas pinceladas), podemos hablar del dominio del orgasmo. El Tantra insiste en que la eyaculación hace que el hombre pierda energía física y necesite tiempo para recuperarse.
Por ello, se insiste, también, en la necesidad de ser capaz de controlar el orgasmo. De este modo, se consigue pasar del orgasmo “pico” (el normal, el explosivo y eyaculatorio) al orgasmo “valle”, que es un orgasmo sostenido en el tiempo y que permite alargar el coito.
Como puedes ver, el sexo tántrico es una práctica con beneficios de lo más interesantes. Si estás buscando nuevas formas de disfrutar con tu pareja, deberías proponerle algunas de las técnicas de esta magnífica forma de tener sexo originaria de la India.

Si quieres saber como lograr el sexo tántrico con tu pareja sigue este link:https://www.youtube.com/watch?v=6TQjfmAQgmI

domingo, 21 de abril de 2019






Todas las personas llegan a nuestra vida para cumplir un propósito, del cual ellos mismos no tienen conciencia, solo lo descubrimos en el momento en que aprendemos la lección, de la misma manera pasa con las relaciones, todos estos encuentros tienen un objetivo que por más absurdo que parece resulta mostrándonos la sabiduría que conlleva la vida, es por esta razón que decidimos crear un espacio para contar historias, experiencias, expresar dudas y sentimientos para ayudarnos mutuamente a descubrir los misterios de lo que una persona nos contagia y nos intriga, para hacer que esta suma de relatos nos lleve a descifrar si es amor, sexo, vicio o encanto.

...Queriendo en silencio... Es cierto que nunca me diste un beso, que nunca me dijiste que me amabas, y es aún más cierto que me en...